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martes, 30 de septiembre de 2014

MAR DE POESÍA

Vives...
en el inmenso mar de mi poesía,
nadas entre mis versos.
Oxígeno de mis aguas,
plancton ,de mi silencio,
pescador de mis locuras.
Amansa mis aguas
que se vuelven
remolino de tu deseo.

mm65 ( Rafi Guerra)

Abrázame,..

domingo, 28 de septiembre de 2014

RIMA XII

Porque son,niñas,tus ojos
verdes como el mar, te quejas;
verdes los tienen las náyades,
verdes los tuvo Minerva,
y verdes son las pupilas
de las huríes del Profeta.

El verde es gala y ornato
del bosque en la primavera;
entre sus siete colores
brillante el iris lo ostenta,
las esmeraldas son verdes;
verde el color del que espera
y las ondas del océano
y el laurel de los poetas

Es tu mejilla temprana
rosa de escarcha cubierta´
en que el carmín de los pétalos
se ve al través de las perlas

Y sin embargo ,
se que te quejas
porque tus ojos
creen que la afean,
pues no lo creas.

Que parecen sus pupilas
Húmedas, verdes y inquietas,
tempranas hojas de almendro
que al soplo del aire tiemblan.

Es tu boca de rubíes
purpúrea granada abierta
que en el estío convida
a apagar la sed en ella,

Y sin embargo ,
sé que te quejas
porque tus ojos
crees que la afean,
pues no lo creas.

Que parecen,si enojada
tus pupilas centellean,
las olas del mar que rompen
en las cantábricas peñas.

Es tu frente que corona
crespo el oro en ancha trenza,
nevada cumbre en que el día
su postrera luz refleja.

Y sin embargo ,
se que te quejas
porque tus ojos
crees que la afean:
pues no lo creas.

Que entre las rubias pestañas
junto a las sienes semejan
broches de esmeralda y oro
que un blanco armiño sujetan

               *

Porque son ,niña,tus ojos
verdes como el mar te quejas;
quizás ,si negros o azules
se tornasen ,lo sintieras.



RIMA LIII

Volverán las oscuras golondrinas
en tu balcón sus noches a colgar,
y otra vez con el ala en sus cristales
jugando llamarán.
 
Pero aquellas que el vuelo refrenaban
tu hermosura y mi dicha al contemplar,
aquellas que aprendieron nuestros nombres
¡esas... no volverán!

Volverán las tupidas madreselvas
en tu jardín las tapias a escalar,
y otra vez a la tarde aún más hermosas
sus flores se abrirán.

Pero aquella,cuajadas de rocío
cuyas gotas mirábamos temblar
Y caer como lágrimas del día...
¡esas... no volverán!

Volverán del amor en tus oídos
las palabras ardientes a sonar;
tu corazón de su profundo sueño
tal vez despertará.

Pero mudo absorto y de rodillas
como se adora a Dios ante su altar,
como yo te he querido...;desengáñate,
¡así ...no te querrán!

Gustavo Adolfo Becquer